Transformado por Carlos I con motivo de su boda con la princesa Isabel de Portugal, este pabellón se construyó sobre una qubba árabe, cuya función original parece ligada a la de quiosco de huerta, oratorio o cementerio palatino. Situado originariamente en medio de una huerta de naranjos, sabemos por Navaggiero, literato y embajador de Venecia en la boda del emperador, que debía de ser uno de los lugares más placenteros y apacibles del reino. Su diseño se compone de una estructura central con artesonado de madera, y de un períbolo renacentista que lo envuelve, formado por veinte columnas corintias del taller genovés de Antonio María Aprile de Caronna. En su entorno se despliega una plataforma enladrillada en la que se hallan los naranjos amargos más antiguos del recinto, y donde se celebra, en las noches de verano, el festival musical de Noches en los jardines del Alcázar. ¡Disfrútenlo!